Hermandad del Cristo de la Vera Cruz

                            BELEN DE LA HERMITA DEL                                               SANTISIMO CRISTO DE LA VERA CRUZ 2015

Oración al Stmo. Cristo de la Vera Cruz"

¡Oh! Santísimo Cristo de la Vera Cruz

Clavado y muerto por mí,

en el santo madero de tu cruz,

mi corazón se llena de tristeza y dolor

considerando tus certísimos dolores

y muerte ignominiosa.

 

Yo te doy gracias Santísimo Cristo

de la Vera Cruz

por tu soberano beneficio

para con todos los hombre,

y en particular para conmigo,

y te pido con todo fervor,

que seas para mí:

Consuelo en mis aflicciones.

Luz en mis dudas.

Fuerza en mis debilidades y temores.

Salud en mis enfermedades.

Fortaleza en mis debilidades y temores.

Salud en mis enfermedades.

Fortaleza en mis tentaciones.

Socorro en mis apuros.

Paz y prosperidad durante mi vida.

Y Misericordia y perdón en la hora de mi muerte.

Banda de Música Santísimo Cristo de la Vera Cruz

Alain SanJuan es el director de la Banda de Música de tambones y cornetas del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, si quieres unirte solo tienes que ponerte en contacto al teléfono 649.346.758 o por mail asanjuan52@gmail.com

Un Repaso por la historia

El día 8 de Diciembre de 2005 le fue impuesta a la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad una nueva corona, que fue bendecida por Monseñor D. Luis Núñez Rodríguez, párroco de la iglesia de Ntra. Sra. de la O y director espiritual de la Hermandad. 

      

En escritura otorgada en 1620 por los diputados procuradores de la hermandad al realizar la escritura de capitulación con el convento de la Merced para su traslado desde su iglesia hasta un altar del crucero del mencionado convento se recoge: "decimos que por cuanto la dicha nuestra cofradía de la Santa Vera cruz está situada y fundada en la Iglesia que ahora tiene, que fueron casas de la morada de Francisco Holguín, difunto, el cual la dejó a la cofradía, puede hacer unos setenta y seis años, y desde entonces se hizo aquella Iglesia y se pusieron las insignias de nuestra hermandad." Según esto, se puede situar la fecha de fundación de la Hermandad hacia 1544.

La iglesia que poseía era de cierto tamaño por las incorporaciones efectuadas al primitivo edificio. Consta que en 1576 poseía, anexo a la iglesia, un hospital para servicio asistencial de sus miembros pues, en ese año, el VII duque Don Alonso decide fundar el Colegio de los Niños de la Doctrina y acomodarlos en el mencionado hospital. El colegio convivió con la hermandad hasta1612, año en el que el duque decide su traslado a su personal fundación del Santuario de Ntra. Sra. de la Caridad, con el fin de engrandecer el fasto litúrgico de su culto mariano.

Tras la bula del papa Pulo III de 1536, que concedió indulgencia plenaria a los disciplinantes de la cofradía de la Vera Cruz de Toledo, la hermandad se acogió a este privilegio, lo que favoreció el ingreso de nuevos hermanos.

Al principio del siglo XVII, posiblemente por su decaimiento, hubo un intento fallido de fusión con la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, por lo que en 1607 se siguieron autos ante la curia arzobispal sobre la nulidad de la escritura. En ese mismo periodo se adquirió el terreno para el corral de las comedias, que construyó el maestro mayor de obras ducales Juan de Castilla en 1604, y que tuvo el privilegio ducal de ser el único lugar en Sanlúcar donde se podían representar obras teatrales, lo que aseguraba una interesante renta.

Para radicar a los jesuitas en la ciudad, el VIII don Duque don Manuel pensó en la iglesia y hospital de la hermandad como primer asiento, presionando a la hermandad para que se trasladase al convento de la Merced. En cabildo celebrado el  24 de Agosto de 1.620, recogido en el libro de actas de la hermandad por el escribano Fernando Parra, se decide por unanimidad de los cuarenta asistentes el traslado al convento, justificándolo con el decaimiento de la hermandad en los últimos años, el deterioro de la iglesia que no permitía el culto con el debido decoro, la falta de personal para su cuidado, el mayor aumento de la devoción que supondría el traslado al estar el culto mejor atendido y servido, mayores comodidades y aprovechamiento espiritual.

El acta mencionada deja entrever el componente social de los hermanos, miembros del funcionariado ducal y de la administración política, militar y religiosa de la ciudad.

Las capitulaciones para el traslado al convento se realizaron con el comisario general de la provincia mercedaria, padre fray Fernando de Santa María, y con el comendador del convento, padre fray Francisco de la Cruz, el 15 de Noviembre de 1620. Se estipula que la ubicación del altar, no capilla, de la Vera-Cruz estaría en el costado del brazo derecho del crucero, es decir, en el lado de la epístola; la donación por el convento de un crucificado, que es el titular actual, al que los frailes rendían culto privado con alguna antelación; de varias bóvedas de entierro en el cuerpo de la iglesia y de otro espacio, sin definir su situación dentro del convento, para reuniones y almacén de enseres y los pasos de la hermandad; cesión de la cocina para curar a los disciplinantes y lavar las disciplinas. La hermandad se obliga a hacer todas las procesiones y misas dando al convento "la limosna justa y conveniente para la perpetuidad de ello" además, se entregaría la convento 1000 ducados de principal en tributos, con los cuales los frailes quedarían contentos para siempre.

Se recoge también en las capitulaciones la liturgia anual a celebrar ante el altar de la Vera Cruz. Los frailes celebrarían una misa cantada todos los viernes después de la hora prima, por limosna de 8 reales cada vez. El 3 de Mayo, función especial en honor de la Santa Cruz, que se iniciaba la noche anterior con víspera y fuegos y luminarias en la iglesia de la Merced, para celebrar el día 3 misa cantada y sermón, que predicaría un fraile del convento elegido por el mayordomo, y procesión solemne en la que participaría toda la comunidad , para lo cual la cofradía daría limosna de 5 ducados; en la procesión del Jueves Santo, "cuando saliese procesión de disciplina", debía predicar un mercedario y acompañar la comunidad en todo el recorrido, la limosna sería de 4 ducados; en la festividad de Ntra. Sra. de las Nieves, se celebraría víspera y misa cantada por 24 reales; en la octava de Todos los Santos se celebraría un aniversario con misa cantada y seis rezadas por otros 24 reales.

Un punto básico del documento es el que establece claramente que el altar y el crucificado no eran propiedad de la comunidad mercedaria, sino de la casa ducal por lo que, antes de firmar el documento, se pidió la conformidad de los duques quienes ponen como condición el que la propiedad de la capilla y de la imagen retornasen a la casa ducal en el caso de que la hermandad abandonase el convento.

La escritura fue aceptada por los frailes mercedarios profesos del convento el 19 de Marzo de 1621 ante el escribano Juan de Torres.

La cesión del inmueble de la iglesia y hospital de la hermandad tuvo lugar ese mismo año, y sería empleado como hospicio hasta 1627, en que los jesuitas empezaron a reedificarlo, añadiendo otros paredaños que compraron para establecer "una residencia y escuelas de letras menores".

El primitivo crucificado, de tamaño menor que el natural, al que esta Hermandad rendía culto también formó parte de la permuta. Hoy se le rinde culto en La Laguna (Tenerife), y probablemente llegaría allí de manos de D. Alonso Fernández de Lugo, conquistador de las islas de Tenerife y Las Palmas, al que unía buenas relaciones con la casa de Medina-Sidonia, no en vano la Casa Ducal ayudó en las conquista de estas islas con hombres y material.

Con el apoyo del VIII duque, y desde su traslado al convento mercedario, la situación de la hermandad mejoró notablemente, incorporándose como hermanos lo más granado de la sociedad sanluqueña, con lo que aumentó su patrimonio inmueble, artístico y de privilegios.

Consta que des 1624 procesionaba con el crucificado conventual y una dolorosa "en el compasivo trance de su Soledad", causando especial veneración las disciplinas que sus miembros se infligían a lo largo del recorrido por las Calles del Barrio Alto.

Como otras hermandades sanluqueñas, su estatus sufrió con la retirada del señorío sanluqueño de la casa ducal de Medina Sidonia en 1645. A pesar de ello, siguió manteniendo su personalidad procesional y litúrgica, como ofrecer el canto del Miserere cada año, del que hay constancia documental en 1673.

Lento declinar que se acrecentó a principios del XVIII, cuando dejó de procesionar algunos años por falta de medios, y que se paliaron en parte con el ingreso en 1738 del gremio de carreteros, que sacaba la procesión en la tarde del Viernes Santo, "con todo el lucimiento que cabe en sus facultades" según Velázquez Gaztelu.

En el siglo XIX, comienza un período de decadencia, debido a la exclaustración de los Mercedarios, aunque la Hermandad pudo conservar sus propiedades en el convento.

En 1.926, se reorganiza la Hermandad e incorpora a la Virgen de la Soledad en su salida de Semana Santa. Hacía doscientos cuarenta y dos años que no salía el paso de palio en esta Cofradía.

En 1.963, por estar la iglesia de la Merced en estado ruinoso, se traslada la Hermandad al convento de Madre de Dios. Había permanecido en la Merced 343 años.

En 1.975, y por orden del Sr. Cardenal, se traslada a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen.

En 1.979, y por orden del Sr. Obispo de la Diócesis de Jerez, se traslada a la Iglesia Mayor Parroquial de Ntra. Sra. de la O, donde tiene fijada su residencia actualmente.

 

Fotos Banda de Música